El Paquete Económico 2020 enfatiza el compromiso del Gobierno de México de mantener la disciplina y prudencia de la política fiscal, con apego a los lineamientos de austeridad republicana, con el fin de contar con fundamentos macroeconómicos sólidos ante un entorno económico internacional en el que prevalece la incertidumbre.

Foto: Forbes México

La voluntad de combatir prácticas de evasión fiscal es patente en el Paquete Económico 2020. Este se presenta como uno de los aspectos más relevantes, junto a la obligatoriedad en el pago del IVA por los servicios digitales, como también incrementos en el gasto social basada en la austeridad. Con este Paquete se esperan recaudar 3.4 billones de pesos por impuestos, lo cual representa el 74.20% del ingreso total estimado para 2020, destacó Ignacio Martínez, coordinador de Análisis en Comercio, Economía y Negocios.

Entre los aspectos que este privilegia se encuentran:

• El gasto para programas como el seguro de vida para madres jefas de familia. • Programa 3×1 para migrantes. • Atención a jornaleros. • Pensión para el bienestar de las personas con discapacidad permanente y para los adultos mayores. • Jóvenes Construyendo el Futuro y otros.

El Paquete Económico del siguiente año incluye el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y los Criterios Generales de Política Económica.

El Proyecto de Presupuesto 2020 asignó 451 mil 939 millones de pesos a programas considerados relevantes para reducir la pobreza, lo que implica una reducción de 4.7 por ciento frente a lo aprobado para este año, alertó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

El Gobierno Federal ha enfatizado en no subir impuestos, sin embargo, para el 2020 ha preparado una “sutil” miscelánea fiscal disfrazada de combate a la evasión que consiste en limitar la deducción de intereses con base en utilidades, así como la retención y recaudación de impuestos por servicios de outsourcing, por ventas al menudeo por catálogo, por prestación de servicios mediante aplicaciones tecnológicas y similares, y adecuaciones a la recaudación proveniente de ingresos por arrendamiento.

Entre otras medidas como la ley de extinción de dominio, asimismo se refuerza la mayor dependencia del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por incrementar cuotas a tabacos y bebidas saborizadas, entre otros. Por este motivo, organizaciones han alertado el impacto de una doble tributación con la mayor afectación hacia la población de menos recursos.

En materia de egresos, el presupuesto alcanza 6.09 billones de pesos, 0.8% más que lo aprobada en 2019 y equivale a 23.2% del PIB. Visto por clasificación funcional, el gasto prioriza los sectores de energía y de seguridad pública y social en detrimento del desarrollo económico.

Se planean apoyos de Pemex con objeto de continuar el programa de salvamiento, no obstante, hay que destacar que seguirán siendo insuficientes.

En el ámbito empresarial habrá que elaborar los presupuestos con las bases asignadas en el Paquete, ya que el entorno económico seguirá siendo complicado y la volatilidad en los mercados continuará.

Elaborado por CAINTRA, con información de Forbes México, El Universal, El Financiero y Milenio