EN ESENCIA: NUESTRO DEBER ES CONTRIBUIR A UN MUNDO MEJOR
Noviembre - Diciembre 2018
Monterrey enfrenta varias problemáticas ambientales y, algunas de ellas, desde hace varias décadas. Siendo realistas, son pocas las acciones que se han hecho para superar estos retos; las condiciones actuales en la ciudad son evidencia de ello.
Vivimos un momento en el que el desequilibrio destaca en nuestra relación con la naturaleza y no podemos continuar ignorando esta situación. Pasan diferentes administraciones, se forman consejos, la academia imparte más conferencias y da más diagnósticos. Domina la percepción de que los poderes económicos son indiferentes, mientras que el activismo ciudadano es cada vez más notorio; algunos elevan el volumen del reclamo, otros se organizan para atacar problemas específicos. Al paso del tiempo, la discusión en torno al medio ambiente se ha limitado al diagnóstico, a la crítica y al señalamiento, y no a las acciones que provocan cambios positivos o mejoras duraderas.
Los medios de información y las redes sociales también tienen un papel crucial. Sin embargo, es tanta la información y tantas las posturas que es difícil dar un mensaje imparcial y objetivo. Además, el tema trae una carga emocional inherente, que parece inevitable transmitir en una nota y más si se trata de una imagen. Y, finalmente, el relato del mismo se plantea siempre en el contexto de que hay personajes antagónicos, alguien más como el culpable y uno, siempre el inocente.
¿Pueden cambiar las cosas a pesar de un escenario aparentemente tan adverso? La respuesta es sencilla: no nos podemos permitir ni tenemos el tiempo de creer lo contrario. Mientras que la lucha global trata de evitar un incremento de 2 °C en la temperatura del planeta y se hacen grandes esfuerzos por lograrlo, nuestra lucha local, ya sea por calidad del aire, agua o residuos, también implica grandes esfuerzos. Debemos estar convencidos de que todas estas batallas las podemos ganar; no hay opción.
Como industria sabemos que desempeñamos un papel importante en la solución de muchos de esos retos que hoy enfrenta nuestra ciudad. Por ello, el sector industrial, por medio del Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León (IPA) ha preparado la agenda ambiental En Equilibrio, que no es sólo una revisión del pasado y del presente. Es una ruta hacia el futuro, una respuesta al llamado que hoy demanda la sociedad, con una agenda común para el desarrollo sostenible, para erradicar la pobreza, para proteger nuestro planeta y asegurar que todos vivamos en paz y prosperidad.
La relevancia que tiene el lanzamiento de esta agenda para el sector industrial radica en el compromiso público de unirse a la lucha y hacerlo de manera colaborativa, interactuando con los demás sectores de la sociedad: apoyando propuestas ciudadanas o al investigador que desarrolle nuevas tecnologías; impulsando al pequeño empresario que tenga un buen desempeño ambiental o a un emprendedor con un buen producto o servicio ecológico.
Se necesitan acciones disruptivas para la solución de esta problemática y estamos listos para emprender lo que nos corresponda dentro de nuestros espacios. Aspiramos a que este ejercicio genere diálogos que despierten esta misma disposición en otros actores. Se requiere la participación en todos los frentes, desde la programación gubernamental –que ciertamente es prioritaria– hasta el surgimiento de agendas equivalentes provenientes de otros foros. Creemos que ninguna acción debe ser excluyente y que la colaboración entre gobierno, ciudadanía e industria es imperativa.
El inicio de esta agenda marca un esfuerzo sin precedentes para influir en la cultura ambiental del joven industrial, de la microempresa familiar, de la transnacional y hasta del ciudadano. Estamos convencidos de que nos ayudará a que el futuro sea uno de acciones, hechos y resultados, que lograrán armonía y equilibrio.
ANA MARGARITA GARZA VILLARREAL
Presidenta del Consejo del IPA