CÓMO DESARROLLAR EL CAPITAL HUMANO
Marzo - Abril 2020
Bodega de Láminas es una empresa familiar regiomontana que lleva cerca de 30 años operando. Fue fundada en 1991 por Roberto Montemayor Gutiérrez y concebida, inicialmente, como una comercializadora de productos de acero.
En sus inicios, y de manera paulatina, Bodega de Láminas fue incorporando procesos productivos, como la fabricación de láminas acanaladas de distintos perfiles y la de perfiles para la instalación de tabla roca.
Hoy produce distintos perfiles metálicos, además de polinería, y está en vías de abarcar otros nichos de mercado con la instalación de una línea de fabricación de tubería y ptr, además de la fabricación de productos complementarios para la instalación de invernaderos y cortinas metálicas. Con todo esto, la empresa triplicará su portafolio de productos.
Bodega de Láminas cuenta actualmente con dos plantas en el municipio de Salinas Victoria, Nuevo León, además de ocho sucursales (puntos de venta) ubicadas principalmente en el centro del país. En total emplea a 105 colaboradores
Si bien tiene presencia en todo el país, su principal mercado es Ciudad de México, donde concentra más de 40% de sus ventas, sobre todo de productos de perfil para tabla roca.
Con el fin de brindar un servicio más eficiente a este mercado, la empresa decidió construir una quinta planta, la primera fuera de Nuevo León. Será inaugurada en marzo de este año y estará en Toluca, Estado de México, un punto estratégico, ya que le permitirá acortar sus tiempos de entrega.
Bodega de Láminas tiene una fuerte relación comercial con Ternium. Alrededor de 70% de la materia prima de los productos que elabora son suministrados por este gigante argentino. Fue gracias a la recomendación de José Guadalupe Olvera, líder del programa ProPymes de Ternium, el cual pretende impulsar el desarrollo de sus clientes y proveedores, que la empresa buscó la consultoría del Centro de Competitividad de Monterrey (ccm) organismo filial de CAINTRA Nuevo León para mejorar su operación
En marzo de 2019 comenzó el viaje de transformación para la empresa, con un plan operativo a seis meses propuesto por el ccm, que incluiría revisiones mensuales de análisis y resultados
De acuerdo con Roberto Montemayor, hijo del fundador de la empresa y actual gerente general, el programa de consultoría abarca varios esfuerzos en distintas áreas. Se trabaja en la implementación de un nuevo sistema de planificación de recursos empresariales (erp, por sus siglas en inglés). “Vamos a cambiar el sistema que teníamos y lo vamos a sustituir por el sap Business One”, comenta Montemayor sobre una solución que ayudará a la empresa a tener una mejor administración de sus procesos, optimizar sus operaciones y acelerar su crecimiento
Algunos de los esfuerzos realizados desde 2019 ya se han visto materializados. Montemayor cuenta que la empresa no monitoreaba aspectos de productividad en sus procesos. “Nada más sabíamos cuántas toneladas mandábamos al scrap, pero no cuáles eran los procesos más productivos o los más rentables”. En este nuevo proceso, de la mano del ccm, “hemos visto la rentabilidad real de nuestras distintas líneas de producción y hemos podido tomar acciones para hacerla más eficiente”. Esto se ha traducido en un beneficio de 1.6 millones de pesos por la reducción de desperdicios.
Montemayor agrega que, previo a los trabajos con el ccm, la empresa costeaba “a ciegas”, sin datos reales. Gracias a la consultoría se inició un proyecto de costeo por sucursal, cliente, zona, línea de producto y materia prima, lo que les ha dado una imagen real del negocio y ha ayudado a generar indicadores para tomar decisiones enfocadas en hacer más eficiente su proceso
Asimismo, en 2019 se llevó a cabo la primera encuesta de clima laboral en la historia de la empresa. Ésta arrojó grandes carencias en el área de recursos humanos. La empresa enfrentaba problemas de rotación y dificultad para retener el talento, debido a que carecía de un programa de inducción y capacitación. “Los trabajadores se sentían desprotegidos…, no se les dotaba de las herramientas necesarias para llevar sus funciones a cabo y eso podría provocarles algún daño. Podrían sufrir accidentes operando algún equipo para el que no estaban capacitados”, asegura Montemayor y confiesa que la empresa tenía incluso una tasa muy alta de accidentes incapacitantes.
UN PROGRAMA INTEGRAL DE CAPACITACIÓN
Bodega de Láminas entiende ahora que el mayor activo de una empresa es su capital humano, por ello está trabajando en distintos tipos de capacitación para su plantilla. En general, todo el personal de planta se capacita en herramientas 5S, con el fin de tener líneas de producción ordenadas, limpias y con áreas de trabajo bien delimitadas. En lo particular, se está certificando a los operadores de grúas, grúas viajeras y montacargas.
La parte administrativa también está recibiendo capacitación, principalmente en el área de cadena de suministro, con el fin de hacer más eficiente la logística, tener una mejor gestión de las órdenes de compra y disminuir los tiempos.
Atender estas necesidades ha logrado que el indicador del recurso humano de la empresa mejore en cerca de 88%. “A través del ccm hemos podido iniciar el proceso de revertir el estancamiento y comenzar con el desarrollo de nuestro capital humano”, comenta Montemayor. Además, la empresa ya presume cinco meses seguidos sin accidentes incapacitantes, lo que se ha visto reflejado también en una disminución del costo de su prima de riesgo.
El año pasado fue uno de mucho aprendizaje para Bodega de Láminas, un año en que el sector de la construcción se vio muy afectado por el cambio de gobierno. No obstante, Montemayor cuenta que este año, a raíz de las mejoras internas y los proyectos de diversificación de portafolios, la empresa comenzó con números positivos y una captación incluso superior al año previo, a la entrada del nuevo gobierno
Ejemplo de lo anterior son sus indicadores: el de administración mejoró en 133%; el de finanzas, en 29%; el de producción, en 15%, y el de marketing, en 3.8%. “Nos hemos enseñado a tomar decisiones con fundamentos, usando indicadores reales de desempeño”, resalta Montemayor.
BODEGA DE LÁMINAS ENTIENDE AHORA QUE EL MAYOR ACTIVO DE UNA EMPRESA ES SU CAPITAL HUMANO, POR ELLO TRABAJA EN DISTINTOS TIPOS DE CAPACITACIÓN PARA SU PLANTILLA.
Según él, los beneficios del programa con el ccm ya son tangibles, pero aún falta trabajo por hacer. Para Montemayor, el proceso de mejora no debe verse como finito, sino como un trabajo en proceso.
El siguiente gran salto para la empresa es la apertura de su planta en Toluca. No obstante, ya están planeando la construcción de una sexta planta en Mérida, Yucatán, para atender al mercado de la península.
LA CLAVE: SUMARSE A LAS TENDENCIAS
Desde sus inicios, Bodega de Láminas fue creciendo sin preparación alguna, sin desarrollo de procesos internos ni sistemas de gestión. Montemayor cuenta que, gracias a los trabajos con el CCM, la empresa comenzó a desarrollar un sistema de gestión integral de toda la operación, lo que le ha permitido tener una imagen amplia y detallada de cómo hacer negocios, cuáles son sus procesos de mayor y menor valor, cuáles son sus canales más importantes, además de lograr identificar las piezas faltantes del organigrama e integrarlas. Para lograrlo, la empresa se enfrentó a dos grandes retos: la resistencia al cambio y el miedo al éxito.
Si bien hay factores externos que pueden complicar la situación de una empresa, para Montemayor la resistencia al cambio propicia que las empresas caigan en la obsolescencia y tiendan a desaparecer. “Uno tiene que adaptarse al cambio y al nuevo contexto. Los productos son muy similares a los que se usaban hace 30 o 40 años, pero la forma de negocio es distinta. La situación es distinta y una resistencia así es fácil que te deje fuera del mercado”, comenta.
Para Montemayor, una de las constantes que frenan el desarrollo de las pymes es su apego a la tradición. Ante ello, recomienda a las empresas que se asesoren por quienes tienen la experiencia, el conocimiento y las mejores prácticas para lograr un cambio. “Cuando el ccm nos abrió las puertas, nos dimos cuenta de muchas carencias que no imaginábamos que teníamos. Se necesita de alguien capacitado, que te brinde las herramientas. Para nosotros, el ccm fue la mejor opción”, concluye el gerente general de Bodega de Láminas.
por SILVIA SÁNCHEZ DE LA BARQUERA