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CAINTRA

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30 AÑOS DEL IPA ESFUERZOS QUE RINDEN FRUTOS

30 AÑOS DEL IPA ESFUERZOS QUE RINDEN FRUTOS

Hace 30 años, el Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León (IPA) organismo filial de CAINTRA nació con una premisa: llevar al empresariado neoleonés hacia la construcción de un futuro en el cual la relación positiva con la naturaleza sea parte fundamental del desarrollo económico.

El Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León [IPA] organismo filial de CAINTRA es el organismo verde de la cámara y celebra sus 30 años de existencia. Hoy el instituto se dedica a acompañar a las empresas, independientemente de su tamaño, para que puedan incorporar las mejores prácticas en sustentabilidad y representarlas para vincularlas con otros actores de la sociedad y buscar soluciones, en conjunto, para el medio ambiente.

Sin embargo, esta situación no siempre fue así. Julio Martínez, gerente de Servicios del IPA, quien, desde 2010, trabaja en el instituto recuerda que al inicio fue un reto.

“Hace ocho años se percibía el IPA como un club al que sólo podías pertenecer si tenías ciertas credenciales. Había una percepción de que los servicios que proporcionaba el instituto eran muy exclusivos”, comparte Martínez.

“Desde que asumimos esta responsabilidad –Rolando Ibarra, actual director del IPA y yo– nos propusimos congregar a más socios, llegar a más clientes. Que el IPA fuera un instrumento de consulta y de gestión. Y, al mismo tiempo, crear confianza para representar a las empresas y ayudarlas a superar sus retos en materia ambiental”, continúa.

TRANSFORMAR LEYES Y REGLAMENTOS JUNTOS

El IPA se ha asumido como un puente entre el empresariado y las autoridades, sostenido por el interés de compartir conocimiento y mejores prácticas. Como ejemplo, la información técnica que se obtiene en plantas y fábricas se convierte en un insumo para mejorar leyes y reglamentos.

De esta experiencia habla Susana del Toro, quien forma parte del equipo del IPA.

Susana es ingeniera química de formación, pero su papel en el instituto la ha llevado a dar asesoría legal a los socios en materia ambiental. “Cuando conoces los procesos técnicos, por la carrera, comprendes que existe un impacto en el medio ambiente y te preocupas por ello desde el diseño del proceso –comenta–. Se busca retribuir a la naturaleza porque hay un compromiso de por medio. Entonces, el reto es cómo hacer que esa retribución y ese compromiso puedan quedar plasmados en la ley, para que más empresas puedan seguir el camino correcto”.

EL IPA BUSCAR SER UN PUENTE ENTRE LA INDUSTRIA Y LA SOCIEDAD PARA SEMBRAR CONCIENCIA Y DEMOSTRAR QUE ACTUAR EN FAVOR DEL MEDIO AMBIENTE SIEMPRE SERÁ LA MEJOR INVERSIÓN.

ADQUIRIR UN COMPROMISO AMBIENTAL

Una de las actividades del IPA consiste en acompañar a las empresas para brindarles una guía sobre cómo hacer que su compromiso ambiental se sintetice en acciones, independientemente del contexto de cada socio. “Por lo general, un socio pequeño o mediano piensa que los servicios del IPA son caros o que no son una prioridad –continúa Julio Martínez–. Tiene sentido, pues la mayoría de las empresas en esta situación vive a la expectativa. Se preocupan más por la producción, por tener contento al cliente y por ver que su materia prima llegue a tiempo”.

Para lograr este acompañamiento, el IPA cuenta con un equipo interdisciplinario, pues es la única manera de proveer un servicio integral que esté preparado para todos los retos y las realidades de los distintos sectores de la industria.

“En nuestro equipo contamos con biólogos, ingenieros y hasta médicos y psicólogos –asegura Martínez–. Nosotros nos acercamos a las empresas y no les decimos qué hacer; finalmente ellas son expertas en sus productos. Nuestra tarea es ofrecer herramientas para que lo puedan hacer mejor. Queremos enriquecer la experiencia de los clientes, buscando el porqué de las cosas. Cuestionamos todas las partes del proceso: por qué operan a cierta temperatura o disponen los desechos de tal o cual manera”. Y es que, como menciona Martínez, muchas veces la inercia provoca que ciertas partes del proceso se lleven a cabo como un hábito, sin justificación. Parte del servicio del IPA es poner preguntas sobre la mesa para que los clientes puedan responderlas, entenderlas y volverse más eficientes mientras reducen su impacto ambiental.

¿Y CÓMO PUEDE UNA EMPRESA REDUCIR SU IMPACTO AMBIENTAL?

Para lograr este objetivo, el instituto ofrece dos tipos de servicios: capacitaciones y consultoría. Por un lado, las capacitaciones se publican periódicamente, para que los socios puedan tener acceso a ellas; las hay en materia de medio ambiente, salud ocupacional y seguridad industrial. El IPA también les ofrece a los socios la posibilidad de armar capacitaciones a la medida, con temáticas específicas como puede ser el manejo de residuos peligrosos, en las que se ven temas ambientales y aspectos de seguridad industrial.

Por otro, en materia de servicios de consultoría, el IPA acompaña a las empresas en todo su ciclo de vida; asesora desde al cliente que llega con una idea de negocio hasta a la empresa que requiere mudarse o cerrar sus operaciones de modo correcto. Se brinda una asesoría completa, sin importar el punto en el que se encuentre la empresa, tanto en temas técnicos como legales.

“Para mí, el IPA debe ser un organismo de información, un vínculo entre las empresas y las autoridades. Además, cada vez debe abrirse más a la sociedad. Se ha consolidado como un promotor que muestra cómo hacer bien las cosas en materia ambiental”, concluye Julio Martínez.

El IPA tiene claro que es necesario seguir apostando por cambiar la cultura de empresas y personas, de manera que se sensibilicen para comprender y contribuir a la sostenibilidad de sus negocios, y, por ende, de la sociedad en su conjunto. Ahí estará para seguir promoviendo que la industria prospere en equilibrio con el medio ambiente, actuando con responsabilidad y procurando un efecto positivo en la sociedad.

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