En esta ciudad del estado más meridional del país, uno quisiera quedarse para siempre. Y es que las calles de San Cristóbal de las Casas están llenas de magia, cultura, color y sorpresas.
El sol se está poniendo en las montañas, que tienen como telón de fondo la Plaza de la Paz, con su erguida y céntrica cruz. Una visión mágica que se multiplica al dar un giro de 180o para deleitar la pupila con la luz amarilla, cálida, que reflejan los muros de la fachada de la catedral. Así es todo en San Cristóbal de las Casas: pones algo y la ciudad te lo devuelve multiplicado.
Es el final del día y una de las guaridas idóneas para esconderse del creciente turismo que recibe el estado de Chiapas es el Hotel Villas Casa Morada (Avenida Diego Dugelay 45, El Cerrillo, tel. [967] 678 4440), un oasis de 10 habitaciones con un entrañable jardín y su solitario peral, donde te atenderán como rey. Es el punto de salida perfecto a la mañana siguiente para llegar a Na Bolom, una casa del siglo xix que habitó la pareja formada por el arqueólogo Frans Blom y la periodista, fotógrafa y pionera de la conservación del medio ambiente Gertrude Duby Blom.
Hoy, la propiedad funciona como hotel, restaurante, museo y centro de investigación, y alberga la Asociación Cultural Na Bolom y una biblioteca con 9 000 ejemplares. Aprovecha para comer ahí, en su restaurante sirven comida orgánica, proveniente en buena parte de su propio huerto.
Para coronar la tarde, en el Museo del Ámbar (Diego de Mazariegos s/n, La Merced, tel. [967] 678 9716), ubicado en el antiguo convento de La Merced, encontrarás joyería, esculturas e historia sobre esta resina. Incluso podrás aprender a distinguir el ámbar verdadero de las imitaciones que venden en las calles de la ciudad.
El siguiente día empieza con una caminata hasta la iglesia de Santo Domingo. Su atrio y jardines circundantes son un semillero de artesanías, donde hay puestos que se codean con puestos, en los que uno puede encontrar maravillas. San Cristóbal de las Casas concentra la oferta de artesanías provenientes de todo el estado de Chiapas y este mercado es el lugar idóneo para encontrar muchas de ellas: delicada alfarería proveniente de Amatenango del Valle, talla en madera, cestería de palma e ixtle, blusas con cuello bordado y bolsos y capas de lana de San Juan Chamula, rebozos de algodón de Oxchuc, suéteres y rebozos bordados con lana de San Andrés Larráinzar, chalecos y capas con hermosos y coloridos bordados de flores de Zinacantán, y juguetes de madera de Chiapa de Corzo y Ocosingo.
A un costado de Santo Domingo, dentro del exconvento, se encuentra el maravilloso Centro de Textiles del Mundo Maya, parada obligada en esta ciudad. Este museo textil –inaugurado el 31 de octubre de 2012– incluye más de 2 500 piezas procedentes principalmente de dos colecciones: la del Patronato de la Colección Pellizzi, A.C., y la de Fomento Cultural Banamex, A.C. Su maravillosa museografía te dejará con muy buen sabor de boca.
Si de tanto comprar artesanías te da hambre, acércate al andador peatonal en Real de Guadalupe. Ahí hay mucha oferta, aunque te recomendamos el sofisticado menú de Casa Lum (Real de Guadalupe 30, Barrio de Guadalupe, tel. [967] 631 3359) o, a unos pasitos de ahí, Kokono (Belisario Domínguez 3C, tel. [967] 138 5897), que ofrece deleitantes recetas de todo el estado de Chiapas.
Con su deliciosa comida, el caleidoscopio de su artesanía, su efervescente oferta cultural y la calidez de su gente, te aseguramos que San Cristóbal de las Casas te robará el corazón.
Chiapas: espíritu del mundo maya
Chiapas te invita a explorar el estado con alguna de sus rutas turísticas diseñadas pensando en los visitantes. Conoce sus pueblos mágicos, sus comunidades, festividades y las culturas vivas que son origen y destino.
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por RAFAEL GUARDIÁN