Para empezar 2021, nos dimos a la tarea de reunir algunos de los mejores consejos que ofrece el Harvard Business Review. Incorpora la conciencia plena a tu rutina diaria y no recurras al autosabotaje. Sigue leyendo esta interesante selección de consejos muy útiles en esta época de crisis y pon manos a la obra.
El agotamiento tiene varias causas y algunas no están en nuestras manos, pero hay otras que podemos autoinfligirnos sin darnos cuenta. Estas trampas de autosabotaje tal vez parezcan inevitables cuando caes en ellas, pero la buena noticia es que puedes salir de ahí si reconoces la conducta dañina y eres proactivo al hacer cambios. Por ejemplo, ¿tiendes a complacer a las personas y te muestras dispuesto a decir que sí a cualquier petición que te hagan? Este comportamiento puede ser agotador, así que debes poner límites, aprender a decir que no, así como proteger tu tiempo y energía. ¿O acaso eres perfeccionista y te sientes agobiado por la presión de tus propios estándares? Sé más compasivo contigo mismo y practica valorar el progreso tanto como valoras obtener el resultado ideal. ¿Padeces el síndrome del impostor, te preocupa no ser suficientemente bueno e intentas compensarlo en exceso? Procura recordar tus mayores éxitos y los motivos por los que llegaste a donde estás ahora. El autosabotaje se manifiesta de distintas maneras para todos nosotros. Así que presta atención a la manera en que tus pensamientos, sentimientos y comportamientos incrementan tu estrés y recuerda que no estás indefenso… ni solo.
(Este consejo fue adaptado de “Is Self-Sabotage Burning You Out?”, de Kandi Wiens.)
Desde menores niveles de estrés hasta una mejor toma de decisiones, muchos de nosotros conocemos los beneficios de la práctica de la conciencia plena, pero no siempre es fácil mantener este hábito con el paso del tiempo. Para incorporarlo a tu rutina, comprométete a cumplir con un horario de práctica constante y no negociable. Intenta encontrar una comunidad, en lugar de hacerlo solo. Practicar la conciencia plena en grupo, ya sea con familiares, amigos o colegas, fomenta la responsabilidad y la solidaridad. Al igual que con cualquier otra habilidad, trabajar con un instructor te ayudará a mantener la disciplina y desarrollar nuevas técnicas, pero no esperes que el progreso sea lineal. Puede ser difícil para nuestras mentes tranquilizarse y a veces darles rienda suelta sólo aumenta el volumen de recuerdos o pensamientos irritantes. El truco es verlo como una señal de que vas por buen camino, no de que debes rendirte. La práctica constante es esencial para cosechar los beneficios de la conciencia plena. Debes hacerlo con regularidad, incluso cuando no tienes ganas, para que, con el tiempo, tu mente deje de distraerse tan fácilmente y aprenda a descansar con plena conciencia abierta.
(Este consejo fue adaptado de “Make Mindfulness a Habit”, de Matthias Birk.)
Estamos en medio de una transformación fundamental en la manera como la sociedad piensa sobre el género. Sin embargo, los lugares de trabajo no siempre están al corriente de esta conversación y muchas políticas, incluso las bienintencionadas, suelen reforzar los estereotipos de género. Éstas son tres maneras en que puedes apoyar a tus empleados trans, no binarios, de género fluido y de género no conforme. En primer lugar, revalúa las prácticas de recursos humanos y de contratación. En lugar de pedirles que se identifiquen como hombre o mujer, crea un espacio para aquellos que se encuentran en medio o fuera de lo binario. Y respeta los pronombres de un candidato desde la primera interacción. Después, escribe de nuevo el código de vestimenta de tu empresa. Elimina el lenguaje basado en el género y sé más específico al describir la indumentaria aceptable. Redacta tus reglas en términos de funcionalidad u objetivos empresariales legítimos (por ejemplo, seguridad, fácil identificación de empleados o imagen corporativa). Y, por último, asegúrate de que las políticas de transición de género sean flexibles y que le den al empleado el poder, en lugar de imponer un proceso igual para todos. Cerciórate de que los recursos relacionados con la transición de género estén a disposición de cualquier empleado, sin hacer preguntas. Si quieres que tu empresa sea realmente incluyente, debes garantizar la calidad de vida laboral de los empleados de todas las identidades y expresiones de género.
(Este consejo fue adaptado de “Transgender, Gender-Fluid, Nonbinary and Gender- Nonconforming Employees Deserve Better Policies”, de Lily Zheng.)
Es frustrante cuando tratas de delegar un proyecto y no se realiza a tiempo o de la manera correcta. Sin embargo, eso no necesariamente es culpa de la otra persona: a menudo el problema radica en tu enfoque al momento de delegar. Es posible que estés demasiado involucrado o que no te involucres lo suficiente. Si intervienes al poco tiempo de haber transferido la tarea, tu colega jamás tendrá la oportunidad de apropiarse de ella. Por otro lado, debes darle suficiente orientación para asegurar que tenga éxito. Así que imagina que eres un entrenador y plantea preguntas abiertas como “¿Cómo respondería nuestra principal competencia a esta estrategia?”. Otro motivo por el que tal vez fallan tus intentos de delegar es que el receptor no muestra iniciativa ni dedicación para terminar la tarea. En este caso, asegúrate de comunicar tus expectativas con claridad. Podrías compartirle un documento de una página que enliste tus prioridades principales, que describa el tipo de trabajo que planeas recompensar y que plantee estándares de cumplimiento. Por último, modera tus expectativas en cuanto a la fecha de entrega. Quizá consideres que una tarea es “rápida”, pero tal vez no pensaste eso la primera vez que te pidieron realizarla. Entonces solicítale a la otra persona un estimado de tiempo y, si no te parece adecuado, pregúntale sobre su proceso. Tener esta conversación desde el principio les ayudará a estar en la misma frecuencia y te ahorrará dolores de cabeza más adelante.
(Este consejo fue adaptado de “You’re Delegating. It’s Not Working. Here’s Why”, de Sabina Nawaz.)
Aunque muchos de nosotros tenemos motivos para sentirnos agradecidos tanto en nuestras vidas personales como profesionales, a menudo pasamos por alto oportunidades para decir gracias, sobre todo en el trabajo. Cuando no expresamos nuestra gratitud, desperdiciamos una oportunidad valiosa. Hay investigaciones que demuestran que esto te permite saborear las experiencias positivas, sobrellevar circunstancias estresantes y fortalecer las relaciones con tus colegas. Y enviar un mensaje de agradecimiento también puede tener efectos poderosos y duraderos en el destinatario, quien se sentirá valorado y motivado para ayudar a otros. Así que envía hoy algunos agradecimientos a colegas, mentores, discípulos, familiares, amigos o a cualquiera que te haya ayudado en el camino. ¡Pero no esperes hasta el año que viene para hacerlo de nuevo! Ya seas un director ejecutivo o alguien en busca de su primer empleo, considera incorporar la gratitud a tu rutina diaria, semanal y mensual. Tal vez haga tu trayectoria más alegre, cualquiera que sea su destino.
(Este consejo fue adaptado de “Be Grateful More Often”, de Francesca Gino.)
90% de los alemanes, es decir, casi 73 millones de personas, está afiliado al seguro de salud público.
ENTRE 50 y 80% de las citas médicas fueron consultas de telemedicina según una investigación de Epic Health Research Network, a principios de la pandemia de Covid-19.
4% de los profesores son negros, latinos o indígenas estadounidenses en Estados Unidos, según un estudio a largo plazo sobre la diversidad del cuerpo académico en las escuelas de negocios.
70% de los empleados estadounidenses no considera que sus supervisores evalúen su desempeño laboral de manera objetiva, de acuerdo con un informe de Brandon Hall Group.
MÁS DE 30,000 notas de agradecimiento escribió el exdirector ejecutivo de Campbell Soup Company, Douglas Conan, a sus empleados durante su permanencia en el cargo.
© The New York Times Syndicate