¿Qué nos dejó el año pasado? ¿Cuál ha sido el balance? Si saliste igual que como entraste, has dejado pasar una enorme oportunidad. ¿Descubriste nuevas fortalezas u oportunidades que la crisis global trajo para ti? La pandemia, y su efecto en la economía de las empresas e instituciones, ¿sirvió de catalizador para evolucionar a mejores versiones de nosotros mismos y de nuestras organizaciones? ¿Qué conductas y actitudes hemos cambiado para adaptarnos y salir fortalecidos? ¿La realidad nos obligó a realizar cambios que jamás hubiéramos imaginado?
Para este momento, todos conocemos la realidad que vivimos, qué tan sólidos son nuestros cimientos personales y profesionales, en qué estado quedaron nuestras organizaciones, cómo evolucionaron los mercados a los que servimos.
Si tu empresa se vio forzada a cerrar o te has quedado sin empleo, se abren innumerables opciones para inventar soluciones a problemas reales alineados con tus áreas de especialidad, vocación profesional y personal. Las crisis son materia prima para la innovación, vacunas que nos hacen resilientes. Acepta el reto de convertirte en una start-up y adopta dicha mentalidad de ahora en adelante; los cambios serán cada vez más frecuentes. El daño económico ha sido diferente según el tipo de negocio –industrial, comercial o de servicios–, el sector estratégico y el tamaño de la empresa.
Más allá de la realidad de tu empresa, será necesario trabajar en tres líneas de acción de forma simultánea para sobrevivir el entorno incierto que permanecerá por un tiempo: la adaptación veloz a las nuevas circunstancias, la innovación orientada a solucionar problemas relevantes para los mercados y segmentos que atendemos, y, finalmente, la productividad para reducir costos de manera sostenible en la cadena de valor integrada.
Para adaptar la organización y su talento, debemos asumir la responsabilidad de liderar en la incertidumbre, estar visibles y conectados con nuestra gente, adoptar una mentalidad de aprendizaje acelerado, asignar el talento donde más se requiera, fomentar una cultura participativa e invertir en el desarrollo de capacidades de nuestros colaboradores.
Las iniciativas de innovación deberán dirigirse a solucionar problemas relevantes para nuestros clientes partiendo de los retos que plantean las industrias donde compiten, lo que podría conducir a nuevos modelos de negocio. Las organizaciones que han sobrevivido a esta crisis sanitaria y económica ya contaban con sistemas de gestión y de transformación esbelta y digital. Claro que también sufrieron afectaciones, pero su recuperación ha sido rápida y en algunos casos se desempeñan mejor que el año anterior.
Las cadenas de suministro fueron desarticuladas en muchos casos, lo que trajo nuevas oportunidades para empresas pequeñas y medianas. Si tu organización puede aportar soluciones que reduzcan los riesgos de abastecimiento para empresas grandes, ahí tienes la oportunidad que tanto habías esperado.
Cada empresa conoce su realidad y las brechas competitivas; también está consciente de sus prioridades. Nosotros podemos compartir conocimientos en competencias clave de marketing, ventas, planeación financiera, estrategia de negocios, gestión empresarial, innovación, digitalización, mejora en rentabilidad, transformación esbelta, exploración tecnológica, adaptación a la nueva realidad, eficiencia en manufactura y cadenas de suministro, abastecimiento e innovación abierta, por citar algunos de los rubros que cobrarán especial relevancia este año.
Todos los profesionales tienen un plan y, desde nuestra perspectiva, el de 2021 no debería ser una versión revisitada del pasado. Estamos convencidos de que todas las empresas y organizaciones, en mayor o menor medida, requerirán un reboot estratégico y táctico, porque el entorno se ha trasformado radicalmente y el cambio se ha acelerado.
por ENRIQUE ESPINO BARROS LOZANO
Director general CCM