Columnas

20.abril.2021

SIETE ESTRATEGIAS PARA CONSTRUIR UN EQUIPO MÁS RESILIENTE

Al anunciar los resultados finales para el último trimestre fiscal de 2020, Tim Cook, CEO de Apple, identificó los equipos resilientes y de alto funcionamiento, un elemento que fortaleció a la compañía mientras enfrentaba los retos impuestos por la pandemia.

“A pesar de estar separados, para la empresa ha sido obvio este año que los equipos y colegas han estado aprendiendo y dependiendo más unos de otros que en tiempos normales —dijo Cook—. Creo que el instinto y la resiliencia han sido partes esenciales de cómo hemos navegado este año.”

La presión sobre los equipos para que sean resilientes es más urgente que nunca cuando estamos en un año que tiene nuevos retos e hitos trimestrales. Desafortunadamente, por cada compañía como Apple hay empresas que descubrieron, tras el inicio de la pandemia, que sus equipos no tenían las herramientas necesarias para enfrentar la turbulencia. Eso ha dejado a muchos líderes de negocio pensando en qué pueden hacer ahora para desarrollar resiliencia.

Para empezar, los líderes necesitan hacerse algunas preguntas difíciles a fin de determinar si sus equipos tienen lo que se requiere para ser calificados como verdaderamente resilientes.

Con nuestras investigaciones y nuestra experiencia en coaching dirigiendo a equipos ejecutivos, hemos identificado cuatro características de los equipos resilientes: sinceridad, inventiva, compasión y humildad.

Sinceridad: ¿los miembros de tu equipo pueden tener un diálogo abierto y honesto así como sesiones de retroalimentación entre ellos? Los equipos resilientes están mejor capacitados para decirse la verdad e identificar y resolver de manera colectiva los retos a los que se enfrentan.

Inventiva: cuando se enfrenta a retos y problemas, ¿tu equipo puede unir fuerzas para construir soluciones creativas y efectivas? Los equipos resilientes se recuperan de contratiempos y les abren los brazos a los nuevos retos. Dedican su energía a buscar soluciones y se mantienen enfocados en los resultados a pesar de las condiciones externas.

Compasión y empatía: ¿los miembros de tu equipo realmente se cuidan y comparten tanto éxitos como fracasos? Los equipos resilientes están compuestos por individuos que realmente se preocupan unos por otros. La resiliencia a menudo se expresa en un compromiso profundo por el éxito del equipo, más que en perseguir el reconocimiento individual.

Humildad: ¿los miembros de tu equipo pueden pedir y aceptar ayuda de otros? Los miembros de un equipo resiliente están dispuestos a admitir cuando un problema se ha vuelto insuperable y saben cómo pedir ayuda. No esconden sus luchas, pero se apoyan en la responsabilidad del grupo para enfrentar los retos y encontrar soluciones.

Si éstos son los valores y las cualidades nucleares de un equipo resiliente, queda abierta la pregunta sobre qué hacer si tu equipo padece un déficit de resiliencia. La resiliencia requiere un nivel de autoconciencia y empatía que tal vez no les venga de manera natural a todos los miembros de tu equipo. Los líderes deben evaluar el estado de sus equipos, identificar los puntos débiles y, después de esto, ofrecer estrategias que puedan ayudar a los miembros a romper sus barreras y construir cimientos de confianza, transparencia y autoconciencia.

Nuestra iniciativa GoForwardToWork.com (https://www.goforwardtowork.com), para la cual hablamos con cientos de ejecutivos, identificó un grupo de intervenciones que los líderes pueden usar para construir equipos resilientes. Hay muchas prácticas que pueden fomentar la resiliencia de tu equipo y aquí te dejamos algunas que recomendamos:

  • Pausa de sinceridad. La seguridad psicológica, es decir, la creencia de que todos los miembros de un equipo pueden hablar sin consecuencias, es crucial para crear un equipo resiliente. Cuando se siente como si hubiese un “elefante en la habitación”, los líderes de equipos de alto desempeño desarrollan lo que llamamos “pausas de sinceridad” para alentar a los miembros a compartir su punto de vista y sus sentimientos. Cualquier miembro del equipo puede pedir esta pausa y, si es necesario, los equipos pueden dividirse en grupos más pequeños para animar aún más una discusión honesta y franca.
  • Observadores independientes. Para ayudar a los miembros de un equipo a aceptar una evaluación franca de su trabajo, los líderes pueden invitar a expertos externos para ofrecer una perspectiva objetiva sobre los problemas y la dinámica de un equipo.
  • Compartir historias. Para fomentar la participación, la confianza y la implicación, los líderes de un equipo resiliente deben alentar a los miembros para que hagan un mapa de sus vidas, incluyendo sus altas y bajas, y compartir los momentos culminantes con el resto del equipo. Al ser vulnerable, el equipo crea un entorno donde la compasión y la humildad son bienvenidos.
  • Hacerse cargo de los retos. Los equipos resilientes están constituidos por gente que no teme expresar sus miedos y preocupaciones entre sí. Para construir la confianza y la honestidad, los líderes deben facilitar estos intercambios y alentar a los miembros del equipo para que admitan los miedos o retos en las relaciones, así como sondear al equipo en busca de soluciones. Por ejemplo, un facilitador les puede pedir a los miembros que expresen sus sentimientos sobre el estado del equipo y cuáles son los problemas. El facilitador debe animar a los miembros del equipo a “hacerse cargo” de su parte en cualquier problema existente y no recurrir a echarles la culpa a sus compañeros de equipo.
  • Muestra que te importa. Los líderes deben probar de manera constante que están genuinamente interesados en el progreso del equipo mediante preguntas agudas para entender los problemas subyacentes. Pero preguntar es sólo la mitad de la ecuación: los líderes resilientes también deben escuchar con cuidado las respuestas que los miembros del equipo les están dando.
  • Revisión de temperatura. Al principio de cada junta, pide que todos los miembros del equipo compartan su nivel de energía, del 1 (bajo) al 5 (alto). Este sencillo y rápido ejercicio determinará si alguien necesita atención o está fuera de su rango normal de fatiga o frustración.
  • Comprométanse a construir la resiliencia unos con otros. Es esencial establecer expectativas claras en torno a la unidad del equipo y el apoyo de pares. Cualquier vacilación o renuencia para ayudar a un colega que tiene problemas es una señal de que se necesita una intervención más profunda.

En última instancia, la resiliencia de un equipo se parece a una pila. Necesita restaurarse y recargarse de manera frecuente. Los equipos que ponen en marcha medidas para lograr esto encontrarán que están mejor equipados y –más importante– dispuestos a abordar cualquier reto a lo largo de la pandemia y más allá.

 

LOS EQUIPOS RESILIENTES ESTÁN MEJOR CAPACITADOS PARA DECIRSE LA VERDAD E IDENTIFICAR Y RESOLVER DE MANERA COLECTIVA LOS RETOS A LOS QUE SE ENFRENTAN.

por KEITH FERRAZZI, MARY-CLARE RACE Y ALEX VINCENT
© The New York Times Syndicate