Gestión, Emprender

18.enero.2021

MANEJA LOS DESPIDOS POR LA PANDEMIA CON COMPASIÓN

La tarea es apabullante, tanto en lo emocional como de modo cognitivo, de acuerdo con Joshua Margolis, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard. “Como gerente encargado de despedir a grupos grandes de empleados, te encuentras en varias direcciones. Tu corazón se solidariza con la gente, pero a la vez tienes una responsabilidad hacia la organización”, comenta Margolis. La tensión se incrementa cuando al mismo tiempo estás preocupado por tu propio destino, dice Kenneth Freeman, director emérito de la Questrom School of Business, de la Universidad de Boston. “Eres humano y vas a tener muchos de esos momentos a las dos de la madrugada”, anota.

La clave es intentar, en lo posible, separar tus preocupaciones personales de la tarea que tienes frente a ti. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

 

CONSIDERA SI LOS DESPIDOS SON NECESARIOS

Si tú eres la persona que está tomando las decisiones sobre los recortes, Margolis recomienda que te hagas una pregunta: ¿reducir el tamaño de tu equipo es verdaderamente necesario? El impulso de hacer recortes es entendible, pero esta vez no se trata de una recesión periódica. Margolis dice que, como líder, lo que necesitas es buscar maneras creativas e ingeniosas para que tu empresa pueda salvar tantos empleos como sea posible. Por su parte, Freeman sugiere que reúnas a tu equipo de gerencia y le preguntes: “¿Podemos hacer sacrificios en otras cosas? ¿Cuáles son nuestras opciones para reducir los costos?”. El experto señala que los despidos son la última opción en tu lista. Y, si debes hacer recortes, trata a toda costa de que se hagan en múltiples rondas.

 

REÚNE INFORMACIÓN

Ya sea que decidas que los recortes de personal son necesarios o que alguien más haya tomado esa decisión por ti, asegúrate de estar preparado antes de ponerte en contacto con el personal que se verá afectado por estas medidas. Reflexiona sobre dónde y cuándo le darás las malas noticias, y cuál será tu mensaje, aconseja Freeman. Seguramente, los empleados tendrán muchas preguntas sobre cuándo termina su trabajo, sus prestaciones y su liquidación o finiquito. Puede que estas conversaciones se den muy rápido y tendrás una mejor oportunidad de calmar tu ansiedad y la de tus empleados si tienes a la mano la información de lo que va a suceder a continuación. Ponte en contacto con recursos humanos, con tu departamento legal y con los líderes senior que estén en posición de ayudarte a reunir la información pertinente.

 

DEBES ESTAR CONSCIENTE DE TUS LIMITACIONES

Aun cuando hayas presidido el proceso de recortes en el pasado, supervisarlos durante la pandemia será muy diferente por una razón de peso: no tendrán lugar en persona, por las medidas de distanciamiento social. Lo que es más, necesitas tener una conversación que requiere mucha privacidad, en un momento en que la privacidad es un bien casi inasible. Margolis sugiere que le preguntes a tu empleado: “¿Hay algún momento en el que te pueda robar 15 minutos de tu atención sin interrupción?”.

 

ESTABLECE EL TONO CORRECTO

Ya que vas a dar el mensaje de manera remota, Freeman insiste en que debes poner especial atención en dar la noticia con empatía y compasión. Aunque te preocupe ser parte de los recortes, este despido en específico no se trata de ti. No caigas presa de tus inseguridades y digas algo como: “Esto es muy duro para mí”. En vez de ello, Freeman sugiere cultivar una actitud tranquila y de bajo perfil. De manera ideal, deberías tener esta conversación en una videoconferencia, para que puedas establecer contacto visual con la otra persona. Si la conversación tiene lugar por teléfono, asegúrate de no tener ningún distractor.

 

SÉ DIRECTO Y HUMANO

Tu mensaje debe ser claro, conciso e inequívoco, indica Margolis. Por ejemplo: “Lo siento, pero a finales de la semana entrante estaremos rescindiendo tu contrato”. Dar el mensaje así puede parecer frío, pero le da la oportunidad a la otra persona de procesar lo que estás diciendo, explica Margolis. Expresa agradecimiento al empleado por su dedicación y arduo trabajo. Y después ofrece una explicación sencilla sobre las condiciones económicas que llevaron a esto. “Haz hincapié en que esto no se trata de su desempeño laboral —menciona Freeman—. No es culpa del empleado. Esto se trata de una circunstancia global que ninguno de nosotros creó”. Debes reconocer también que una de las dificultades de ser despedido en estos momentos es que los colegas no se podrán despedir de manera presencial. Para muchas personas, los colegas son como familia.

 

OFRECE ASISTENCIA, PERO NO TE COMPROMETAS DE MÁS

Freeman recomienda estar disponible y dispuesto a proveer apoyo y consejo a tus empleados después de la conversación inicial. Debes estar consciente de que la persona va a necesitar tiempo para procesar la noticia y puede tener preguntas para ti más tarde. Sé servicial. Ofrece información sobre las opciones y los derechos que tiene el empleado. Comparte ideas sobre posibilidades de trabajo en otras empresas. Ofrece una carta de recomendación, pero no des falsas esperanzas. “No te comprometas demasiado a hacer cosas que no podrás cumplir”, advierte Margolis.

 

SÉ TRANSPARENTE

En momentos como éstos, el resto de tus empleados te buscará para ser reconfortado –y para que les des explicaciones, anota Freeman—. “Los supervivientes van a estar preocupados por sus trabajos”, comenta. El hecho es que nadie sabe cuándo va a terminar esta pandemia y tu responsabilidad es ser tan transparente como te sea posible. Recomienda planear una sesión de “Pregúntame lo que quieras” con tus empleados, para que no surjan rumores. Vas a necesitar explicar de manera sucinta por qué fueron necesarios los recortes, expone Margolis. Después de eso, te corresponde contener su agitación y escuchar sus preocupaciones.

 

DESAHÓGATE (DE MODO SELECTIVO)

Éste es un momento de estrés atroz para todos y los gerentes a menudo se llevan todo el peso. “Te sientes responsable por el sustento de tu equipo y por la salud y el bienestar de sus familias”, comparte Freeman. Una de las maneras en que la gente puede enfrentar la turbulencia es retomar sus rutinas y rituales, añade Margolis. Pero, debido a los encierros y las órdenes de quedarse en casa, nuestras rutinas han sido interrumpidas. Por ello es crítico que tengas un lugar donde te puedas desahogar, relajarte de la tensión y en el que puedas enfrentar tus preocupaciones, dice Margolis. Encuentra alguien con quien puedas hablar, tal vez algún colega, un mentor o tu contraparte en otra empresa. Pero sé selectivo y cuidadoso sobre cuánto estrés y emoción le muestras a tu equipo. Todos los ojos están puestos en ti.

 

ENFÓCATE EN TU BIENESTAR

Por último, es necesario que te cuides, apunta Margolis. Prepara comida sana y nutritiva, ejercítate de manera puntual, intenta meditar, duerme lo suficiente, lee un buen libro. Un poco de perspectiva ayuda también. “No estás solo —recuerda Freeman—. Hay muchos gerentes y supervisores que están pasando por lo mismo”.

 

 

COMO LÍDER, LO QUE NECESITAS ES BUSCAR MANERAS CREATIVAS E INGENIOSAS PARA QUE TU EMPRESA PUEDA SALVAR TANTOS EMPLEOS COMO SEA POSIBLE.

 

 

por REBECCA KNIGHT*
© The New York Times Syndicate