La carrera por la sostenibilidad ha empezado. Las corporaciones, los inversionistas y los gobiernos del mundo han hecho compromisos ambiciosos para reducir su impacto ambiental y sus efectos sociales negativos.
por DAVE YOUNG, RICH HUTCHINSON Y MARTIN REEVES*
© The New York Times Syndicate
Pero hay un problema: las nuevas soluciones inevitablemente provocarán obstáculos para los mismísimos recursos y la infraestructura de la que dependen.
Aunque la oferta de estos recursos se ampliará gracias a la inversión y la innovación, en muchas situaciones el crecimiento rápido de la demanda superará a la oferta, lo que aumentará la competencia y hará subir los precios.
El resultado es que el mundo está entrando en un periodo de escasez impulsada por la sostenibilidad, lo que conlleva nuevos riesgos y oportunidades, y el potencial de cambiar la dinámica de la competencia en varias industrias para la próxima década.
Por ejemplo, muchas empresas confían en los créditos de carbono (también conocidos como bonos de carbono) como una solución a corto plazo o como estrategia principal a largo plazo para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, en Boston Consulting Group anticipamos una escasez en la disponibilidad de créditos de carbono durante la próxima década.
Según nuestro análisis, incluso en un escenario conservador, en 2030 la oferta neta de créditos que se introduzcan anualmente en el mercado será inferior a la oferta de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e).
Según nuestro análisis, incluso en un escenario conservador, en 2030 la oferta neta de créditos que se introduzcan anualmente en el mercado será inferior a la oferta de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e).
En 2018, sólo 21% del algodón mundial se cultivó de forma sostenible. Además, los expertos del sector no esperan que la oferta de algodón sostenible se amplíe con la suficiente rapidez para satisfacer la demanda, debido a factores como las dificultades financieras a las que se enfrentan los pequeños agricultores para adoptar prácticas de cultivo sostenibles.
El suministro actual de materiales crudos, como litio, níquel, cobalto, manganeso y grafito, es inferior a una tercera parte de lo que se necesitará para satisfacer la demanda de baterías en 2030, según Cairn Energy Research Advisors. Esto supone un riesgo importante para las empresas que fabrican vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía.
Según un análisis de bcg, alrededor de 45% de la demanda de tereftalato de polietileno reciclado (rpet) se quedará sin cubrir en 2025. Esto supondrá un problema para las empresas que producen bienes de consumo envasados y que se han planteado objetivos ambiciosos en materia de envases de rpet.
Las proyecciones de la industria sobre la oferta y la demanda de hidrógeno verde sugieren que la capacidad de producción deberá multiplicarse por 100 o hasta 200 en los próximos 30 años para satisfacer la demanda. Sin embargo, ese nivel de crecimiento de la oferta podría ser un reto, dados los posibles cuellos de botella en la producción de equipos.
Algunas empresas ya están tratando de asegurar los recursos que necesitarán antes de que la escasez de sostenibilidad se convierta en algo normal. Por ejemplo, Apple, Tesla y Volkswagen se están asegurando el acceso a futuros suministros de metales críticos mediante contratos a largo plazo con los productores. Al identificar y anticipar los obstáculos más importantes, las empresas pueden adoptar las medidas necesarias para aliviar las limitaciones y convertirlas en una ventaja competitiva.
MEDIDAS QUE LAS EMPRESAS PUEDEN TOMAR DESDE AHORA
Ante la escasez de sostenibilidad, las empresas tendrán que desarrollar una cartera de respuestas estratégicas y tácticas para mitigar el riesgo y aprovechar las oportunidades. Estas respuestas deberían incluir:
Extraer valor a partir de primas en los precios de los productos que se basan en materiales sostenibles o con la creación de negocios totalmente nuevos que proporcionen recursos sostenibles a otros.
Garantizar el suministro mediante contratos a largo plazo con proveedores existentes o nuevos.
Alimentar el mercado por medio de una cartera de inversiones de riesgo en tecnología y empresas centradas en resolver los problemas de la escasez de recursos.
Promover políticas e inversiones públicas que permitan la innovación tecnológica, amplíen la oferta o incentiven alternativas frente a los recursos escasos.
Participar en coaliciones industriales e intersectoriales, que pueden incluir gobiernos y ONG, para abordar las limitaciones de la oferta.
Rediseñar productos y servicios para reducir o eliminar la necesidad de los recursos en cuestión.
PASOS PARA CONSEGUIR VENTAJAS A PARTIR DE LA INNOVACIÓN EN EL MODELO DE NEGOCIO SOSTENIBLE
Sugerimos que las empresas se esfuercen por innovar continuamente el modelo de negocio sostenible para abordar y aprovechar la escasez de sostenibilidad.
Determina qué movimientos deben abordarse colectivamente, es decir, en el nivel de una industria o una economía, y cuáles es mejor abordar de modo individual, como empresa.
Empieza por ampliar tu modelo de negocio y traza los flujos, recursos y efectos (tanto positivos como negativos) en el modelo de negocio actual. El marco debe ser bastante amplio como para abarcar todos los ecosistemas empresariales y a todas las partes interesadas.
Después pon a prueba el modelo de negocio actual simulando su expansión e identificando dónde podría surgir una escasez significativa de sostenibilidad.
De manera continua, perfecciona tu visión del mundo en cuanto a cómo se desarrollará la carrera por la sostenibilidad en tu modelo de negocio, en tu ecosistema empresarial y en tu sector.
Adapta las estrategias a las cadenas de suministro y los ecosistemas empresariales por medio de coaliciones, para crear conciencia, estimular la demanda y promover el cambio de políticas.
Explora la transformación del modelo de negocio aplicando movimientos como la reintegración vertical o la circularidad.
El mundo está en un punto de inflexión en lo que a sostenibilidad se refiere. Los inversionistas se centran cada vez más en las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (esg).
Los consumidores, por su parte, exigen transparencia y responsabilidad, mientras que los gobiernos establecen objetivos jurídicamente vinculantes y las empresas dan un paso adelantecon compromisos audaces.
Para vencer gracias a la sostenibilidad, una empresa debe actuar con rapidez, trazando un plan para cumplir sus promesas y aprovechando los nuevos modelos de negocio sostenibles. Además de beneficiar a la empresa, estas acciones acelerarán la inversión mundial en recursos escasos y su desarrollo, impulsándonos hacia un futuro sostenible.