Nuestro país se encuentra en una extraordinaria posición para detonar su crecimiento y convertirse, en el mediano plazo, en una de las economías más importantes del mundo, fundamentando principalmente el potencial de su sector industrial y de sus ventajas competitivas sostenibles en el largo plazo.
En los últimos 20 años, México ha creado las bases para un ambiente macroeconómico favorable para los negocios; la implementación de políticas monetarias y fiscales con disciplina y responsabilidad nos ha dado una estabilidad que es ejemplo para muchas economías del primer mundo. Hemos dejado atrás los ciclos inflacionarios y las macrodevaluaciones de la moneda.
Pero debemos preguntarnos, ¿de qué sirve la apertura comercial, la posición geográfica o la estabilidad macroeconómica si no logramos un crecimiento sostenido del pib de al menos 6 % anual en los siguientes 10 años?
Para convertirnos en un país con verdadero crecimiento económico es necesario concretar las tareas que hemos venido aplazando por muchos años, como el impulso o la aprobación de reformas estructurales, entre éstas la energética, fiscal, de competencia económica, de telecomunicaciones, así como contribuir en la vigilancia del gasto público y combatir la corrupción e impunidad en las administraciones públicas de manera permanente.
En CAINTRA buscamos continuamente influir en las políticas públicas locales, estatales y federales que nos permitan alcanzar nuevos objetivos, con el fomento a la competitividad y el crecimiento acelerado del país como nuestra máxima prioridad, sumando esfuerzos para alcanzar el bienestar y avanzar en la transformación que queremos para México.
El sector industrial debe estar preparado y dispuesto para ser agente impulsor de desarrollo y crecimiento para todos. Sólo así podremos cristalizar un futuro brillante. Sólo así podremos aspirar a dejar huella.
por ÁLVARO FERNÁNDEZ GARZA
– Publicado originalmente en Transforma 61, mayo de 2013