Gestión

28.octubre.2022

CÓMO MANTENER A TU EQUIPO MOTIVADO CUANDO LA EMPRESA ESTÁ EN PROBLEMAS

Los líderes que notan un sentido de pesimismo y angustia en sus equipos a menudo se preguntan qué hacer para luchar contra la desmoralización. Por reflejo, muchos buscan palabras para inspirar y dar energía, pero eso usualmente resulta contraproducente. ¿Qué puedes decir o hacer?
Sigue leyendo para descubrir la solución a este problema.

La motivación humana suele ser complicada. Lo que motiva a una persona es un grupo complejo de emociones, incluyendo el entusiasmo, el deseo, la alegría, la pasión y la esperanza. Cuando la motivación se ve mermada, no es que esos sentimientos desaparezcan, pero se obnubilan o son sustituidos. Emociones como el miedo, la ansiedad, el enojo, la tristeza, y hasta una sensación de inutilidad y de duda con uno mismo, se ubican por encima de factores que podrían ser motivantes. Tu trabajo entonces consiste en encontrar cuál es la raíz de la motivación perdida de un empleado y ayudarlo a hacer las elecciones necesarias para redescubrirla.

He aquí hay algunas maneras de comenzar:

A LA HORA DE DAR MALAS NOTICIAS Y TOMAR DECISIONES DIFÍCILES

Ningún líder disfruta ser el portador de malas noticias. Presentamos algunos consejos para tener en cuenta cuando surja la necesidad de transmitir decisiones importantes:

1 NO ENDULCES EL MENSAJE
Es natural querer suavizar el golpe cuando sabes que las decisiones provocarán reacciones dolorosas, pero ofrecer falsas garantías de que las cosas estarán bien o señalar el lado positivo invalida el dolor y el miedo que las personas puedan estar sintiendo.

Permitir que las personas muestren sus emociones legitima y honra su experiencia. Incluso si expresan emociones que no compartes, escucha con empatía y evita decir cualquier cosa que corra el riesgo de minimizar lo que están expresando.

2 NO TE DEFIENDAS
Tomar decisiones difíciles es parte del trabajo. Cuando la gente expresa una decepción o un resentimiento comprensible por los recortes presupuestarios, los despidos u otras noticias difíciles, hay que tomarlo con amabilidad. Eso no significa que tengas que tolerar una falta de respeto o un comportamiento ofensivo, pero sí hay que intentar llevar la peor parte con gracia.

Defender tu decisión implica despreciar las emociones de los demás. Nunca te hagas la víctima con afirmaciones como “No tienes ni idea de lo difícil que ha sido”. Eso hará que la gente pierda la confianza y se desmotive aún más.

3 LIDIA CON LA CULPA DEL SOBREVIVIENTE DESPUÉS DE LOS DESPIDOS
Si has tenido que despedir gente, los que se mantengan pueden estar lidiando con la culpa del superviviente. También en este caso permite que las personas sientan su amplia gama de emociones con seguridad y honestidad. Comunícate de forma coherente y transparente para que los demás puedan ser sinceros sobre cómo se sienten.

4 CUANDO SEA POSIBLE, INCLUYE A TU EQUIPO EN LAS DECISIONES DIFÍCILES
Si te enfrentas a recortes de costos o tiempos económicos difíciles, deja que tu equipo participe en la conversación y haz que se involucre en la toma de decisiones difíciles. A menudo, los equipos también son capaces de encontrar formas creativas de salvar puestos de trabajo sin dejar de cumplir los objetivos de costos, sacando a la luz oportunidades que los directivos no llegan a ver.

MUESTRA APRECIO A LOS EMPLEADOS QUE MÁS LO NECESITAN

Muchos líderes se desesperan tratando de encontrar formas efectivas de hacerles saber a sus equipos que realmente se preocupan por ellos. La mayoría se excede en la búsqueda de incentivos simbólicos que se parecen más a una “lista de deberes” que a una consideración sincera. Lo que la gente realmente necesita suele ser mucho más sencillo y práctico.

He aquí lo que puedes hacer:

1 AYÚDALOS A VOLVER A PRIORIZAR EL TRABAJO
Una de las mejores muestras de interés está en ayudar a los miembros del equipo a reajustar las prioridades del trabajo cuando la capacidad se ha reducido.

El paradigma de “hacer más con menos” es uno de los muchos motivos por los que millones de personas abandonan sus trabajos debido al cansancio. Simplemente hay que aceptar que una menor capacidad de trabajadores reflejará una menor producción y hay que ayudar a los miembros del equipo a averiguar qué tareas ya no son necesarias. Permite que el equipo haga recomendaciones informadas sobre el trabajo que se debe interrumpir o recortar.

2 PERMANECE A DISPOSICIÓN DE TU EQUIPO
Tu propia culpa o resentimiento por tener que hacer llamadas difíciles te puede llevar a retirarte instintivamente de tu equipo al asumir que te culpan o te ven como el enemigo. Pero distanciarse sólo reforzará sus miedos y amargura. Consulta con ellos de forma regular y pregúntales cómo les va, y si hay algo que puedas hacer para apoyarlos. Sé persistente y hazles saber que estás disponible para hablar, escuchar y compartir tu punto de vista siempre y cuando lo deseen.

3 AGRADECE EL SACRIFICIO Y LA PERSEVERANCIA
Déjales saber que estás al tanto de lo que les ha costado su trabajo y que aprecias su paciencia frente a las condiciones difíciles. Sé específico sobre el efecto positivo que sus esfuerzos han tenido en el rendimiento del equipo y, cuando sea apropiado, haz público el agradecimiento.

4 CREA COMUNIDAD
Las emociones difíciles son menos debilitantes cuando se comparten con los demás. El miedo, la ansiedad y la amargura instintivamente impulsan a las personas a que decaigan. Junta a tu equipo para dialogar de manera abierta sobre lo que está sucediendo y sobre cómo se sienten las personas. Facilita una conversación abierta sobre los retos a los que se enfrenta el equipo y sobre cómo y dónde están luchando las personas.

DA EL EJEMPLO

Gestionar tu propio comportamiento en los momentos difíciles es quizá lo más importante que puedes hacer. Presta más atención a todas las señales que los demás puedan mostrar acerca de cómo estás soportando las turbulencias. A continuación, te explicamos cómo puedes hacerlo:

1 GESTIONA TUS EMOCIONES DE MANERA PRODUCTIVA
No debes disimular el efecto que han tenido en ti las condiciones adversas. No pasa nada si admites que sientes angustia o tristeza al compartir formas productivas de superar esas emociones. Cuando demuestras que es seguro reconocer los sentimientos difíciles, logras que los demás hagan lo mismo y creas un sentimiento colectivo de comunidad y apoyo.

2 PRACTICA EL AUTOCUIDADO
Todos conocemos la importancia del ejercicio, el descanso, la alimentación sana y una buena higiene mental, pero en épocas de mayor estrés tendemos a recortar el cuidado personal. Si tu equipo ve que te estás autocuidando, es más probable que ellos sigan el ejemplo. Por el contrario, la pérdida de autocuidado puede traer una reacción adversa.

3 DEMUESTRA RESILIENCIA
Enfrentarse a la incertidumbre suele llevar a preguntas sin respuesta. Naturalmente, la gente quiere imponer la certeza donde no existe. Al mostrarles a los demás cómo mantienes la perspectiva cuando te asomas a lo desconocido, puedes ayudarlos a descubrir su propia capacidad de resiliencia. Habla abiertamente de cómo te enfrentas a la incertidumbre y cómo has distinguido lo que puedes controlar de lo que no.

Liderar en tiempos difíciles es el sello de un gran liderazgo. Hacer las cosas bien a menudo implica actuar en contra de la intuición. En lugar de recurrir a una charla motivacional, a un evento de fortalecimiento del equipo o a una agradable cena (todo ello tiene su momento y su lugar), da un paso atrás y piensa en las experiencias emocionales más profundas y complicadas detrás de las dificultades.

 

UNA DE LAS MEJORES MUESTRAS DE INTERÉS ESTÁ EN AYUDAR A LOS MIEMBROS DEL EQUIPO A REAJUSTAR LAS PRIORIDADES DEL TRABAJO CUANDO LA CAPACIDAD SE HA REDUCIDO.

 

 

por RON CARUCCI*
* Cofundador y socio gerente en Navalent; trabaja con ceo y ejecutivos en busca de un cambio transformador.