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20.agosto.2025
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) son el motor económico de México. De acuerdo con los Censos Económicos 2024 del INEGI, representan más del 99% de las unidades económicas del país y son responsables de generar aproximadamente el 72% del empleo. En este contexto, mantenerse competitivas no solo es importante: es crucial para la estabilidad económica nacional. Por lo que en un entorno global cada vez más tecnológico, la transformación digital se ha convertido en un imperativo estratégico.
Pero, ¿qué es la transformación digital? Esto va mucho más allá de abrir una página en redes sociales o adoptar un nuevo sistema contable. Se trata de un proceso integral que rediseña la manera en que una empresa opera, cómo se relaciona con sus clientes y cómo va a intregar valor. Esto implica la reimplementación de procesos, estructuras, modelos de negocio y estrategias para incorporarla a diversas tecnologías.
Aunque la transformación digital representa una gran oportunidad para que las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) se mantengan relevantes y competitivas, su adopción aún enfrenta importantes obstáculos. De acuerdo con el informe OECD SME Outlook 2023, las principales barreras que dificultan este proceso son estructurales y culturales, lo que explica por qué muchas empresas aún no dan el salto hacia una digitalización completa.
Muchas MiPyMEs no cuentan con personal capacitado en tecnologías emergentes ni con acceso a formación actualizada. Esto limita su capacidad para seleccionar, implementar y operar herramientas tecnológicas de forma efectiva.
El costo inicial de digitalización sigue siendo un desafío, especialmente para microempresas con márgenes reducidos. La inversión en hardware, software, consultoría y capacitación puede parecer inalcanzable sin apoyos externos o sin una estrategia clara de retorno de inversión.
Al incrementar el uso de plataformas digitales, también crecen los riesgos asociados a la seguridad de la información. Las MiPyMEs suelen carecer de protocolos sólidos de protección de datos y de conocimientos sobre ciberseguridad, lo que las vuelve vulnerables a ataques.
La transformación digital requiere un cambio de mentalidad: pasar del “siempre lo hemos hecho así” a una actitud de innovación constante. Sin una apertura al cambio organizacional, incluso la mejor tecnología resulta ineficaz.
Actualmente, la transformación digital ya no sólo es para las grandes corporaciones, sino que hoy en día las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) pueden adoptarlas para mantenerse competitivas y resilientes en un entorno cada vez más digitalizado. Para que este proceso tenga éxito, debe ser abordado con una estrategia clara y adaptada a las capacidades y realidad de cada empresa. A continuación, se presentan cuatro estrategias clave para que las MiPyMEs avancen en su transformación digital de manera efectiva:
Antes de implementar cualquier tecnología, las MiPyMEs deben identificar qué procesos podrían digitalizarse, qué herramientas ya están en uso, cuáles son las brechas tecnológicas y qué áreas presentan mayor necesidad o potencial de mejora. Este análisis sirve como punto de partida para trazar un plan de acción realista, evitar inversiones innecesarias y alinear la digitalización con los objetivos del negocio.
El factor humano es determinante en la transformación digital. Capacitar al personal en el uso de herramientas digitales, analítica de datos, ciberseguridad y cultura digital es una inversión clave. Según el IDC Latin America Report 2024, el 65% de las empresas que tuvieron éxito en su transformación digital priorizaron la capacitación de sus equipos. Una fuerza laboral preparada no solo mejora la adopción tecnológica, sino que impulsa la innovación y reduce la resistencia al cambio.
La transformación digital no tiene que ser inmediata ni total. Avanzar paso a paso permite controlar mejor los cambios, aprender de cada etapa e ir adaptando la estrategia según los resultados. Comenzar por digitalizar tareas rutinarias o áreas con impacto directo en el cliente puede generar beneficios rápidos y motivar a la organización a seguir avanzando.
Muchas MiPyMEs carecen de conocimiento técnico para implementar soluciones digitales por sí solas. Por ello, es recomendable buscar asesoría externa, aliarse con proveedores tecnológicos o integrarse a programas gubernamentales y cámaras empresariales que ofrezcan orientación y herramientas específicas para el sector. Estas alianzas pueden reducir costos, acelerar el proceso de digitalización y ofrecer soluciones personalizadas. CAINTRA cuenta con diferentes tipos de asesorías para que las empresas puedan impulsarse a través de la transformación digital.
Según el informe Digital Strategy in SMEs 2023, de McKinsey & Company, las empresas que digitalizan sus operaciones pueden aumentar su productividad hasta en un 25% y reducir significativamente sus costos operativos. Este dato evidencia que la digitalización no solo es viable, sino también altamente rentable, incluso para negocios con recursos limitados.
La transformación digital para las MiPyMEs no requiere grandes inversiones iniciales si se aborda con visión, capacitación y asesoría adecuada. Existen herramientas escalables, accesibles y específicas para su tamaño y sector. Con voluntad de cambio y una estrategia clara, cualquier empresa puede iniciar este camino hacia una mayor eficiencia, competitividad y crecimiento.