Columnas

16.junio.2022

CINCO MANERAS DE SER UN LÍDER MÁS COMPASIVO

Pregunta: cuando trabajas con tecnología de la información, ¿cómo estableces la diferencia entre una persona introvertida y una extrovertida?

Respuesta: el extrovertido mira tus zapatos.

Le ponemos etiquetas a la gente. Todos lo hacemos. Las etiquetas son convenientes. Pero también son peligrosas: etiquetar compartimenta a las personas, colocándolas en pequeñas cajas, lo que limita las posibilidades que surgen de las relaciones.

Un ejemplo. Considera las cajas más pequeñas, aquéllas en las que nos metemos cuando estamos con nuestros padres y hermanos. Por un momento, imagina que tu padre es “divertido”, tu madre “egoísta”, tu hermana “parlanchina” y que ustedes son “inteligentes”. Sin importar nuestra edad, caemos en nuestros roles asignados cuando estamos en familia.

Como consecuencia, a menos que trabajemos en ello para redefinir nuestras relaciones, nunca vamos a entender qué está detrás de la risa de nuestro padre y por qué nuestra madre siempre está buscando lo que no tiene y nuestra hermana necesita más atención.

Ver a los otros por lo que son realmente, por sus fortalezas así como por sus debilidades, requiere un esfuerzo concienzudo. Y es un trabajo que vale la pena hacer con una perspectiva personal y profe- sional. Mientras pones al día tu agenda de liderazgo, asegúrate de renovar también las relaciones laborales que necesitas para lograrlo. Para hacerlo sigue estos pasos.

• Piensa bien y acertarás
Todos vienen a la oficina y hacen el mejor trabajo que pueden. Más allá de lo que ves en la oficina, tus colegas también son la hija, la hermana, el hermano, la madre o el padre de alguien. Pagan impuestos, llevan a sus hijos a sus partidos de futbol y cocinan para algún vecino que lo necesite. Si un colega quiere virar a la derecha cuando tú lo quieres hacer a la izquierda, no quiere decir que “no vea la totalidad” o “que esté desmotivado” o “sea desorganizado”. Lo más probable es que tenga metas, presiones y experiencias que difieran de las tuyas.

• Busca entender qué los mueve
Me sorprende tanto ver cómo vivimos en el mundo del “yo” y cómo tratamos de influir en personas que apenas conocemos. Si buscas desarrollar relaciones laborales sólidas, necesitas humanizar a los otros a partir de entender de dónde vienen y conocer sus sueños, objetivos laborales y los obstáculos que enfrentan.

• Atiende sus necesidades
Debes ayudar a los demás antes de poder esperar que ellos te ayuden a ti. Haz un esfuerzo y lleva a cabo lo inesperado. Ayuda a tu equipo, elogia sus logros y comparte con ellos. Asegúrate de que sepan qué papel tienen en tus planes de liderazgo al incorporar “lo que a ellos los entusiasma” y darle forma al cómo y al qué de tus planes.

 

VER A LOS OTROS POR LO QUE SON REALMENTE, POR SUS FORTALEZAS ASÍ COMO POR SUS DEBILIDADES, REQUIERE UN ESFUERZO CONCIENZUDO. ES UN TRABAJO QUE VALE LA PENA.

 

• Acepta responsabilidades
Cuando los problemas surgen, mírate al espejo en vez de ver por la ventana. Como este tipo de autoexamen amenaza hasta los egos más sólidos, haz que sea más fácil pidiendo retroalimentación antes y de manera frecuente. Esto te permitirá hacer cambios pequeños y relativamente privados, en vez de tener que pedir disculpas públicas y que las cosas se hagan más grandes de lo que son.

• Supón las mejores intenciones
Refuerza este comportamiento (para ti y para tu equipo) al describirlo, así como los motivos de los demás, de la manera más positiva posible. Por ejemplo, reemplaza “Las personas de it están ignorando nuestras necesidades” con “Los de it están visiblemente ocupados, así que necesitamos ayudarlos y asegurarnos de que nuestra iniciativa será de valor”. Quejarse de los demás socava tu autoridad y te convierte en víctima. Un encuadre positivo se enfoca en lo que se puede hacer y no en quién tiene la culpa.

Al final del día, emitir adjudicaciones negativas sobre el comportamiento o el carácter de otros sólo te limita. Rompe las etiquetas cambiando tu forma de pensar. Sustituye la arrogancia con la humildad. Reemplaza la convicción con la curiosidad.

 

por SUSAN CRAMM
© The New York Times Syndicate

* Fundadora y presidenta de Valuedance, autora del libro 8 Things We Hate about It (disponible en Kindle, en Amazon.com)